Se abre una nueva etapa en Cuba". Así lo ve Miguel Angel Moratinos, el ministro español de Exteriores, tras una visita oficial de tres días a la isla en la que ha contribuido a retirar los barrotes más gruesos de los calabozos políticos. Repitiendo que se sentía "enormemente satisfecho", Moratinos conversó con la prensa el miércoles por la noche en la residencia del embajador de España en La Habana para destacar el valor del "respeto, el diálogo y la perseverancia" cara a logros como la anunciada liberación gradual de 52 presos de conciencia, que en los próximos meses viajarán a España junto con sus familiares. Además, resaltó la voluntad manifestada por el presidente Raúl Castro de avanzar en las reformas económicas y sociales y abogó por un nuevo marco de relaciones de la isla con la Unión Europea (UE).

Madrid será el primer destino de todos los presos liberados y sus familias, pero "una vez que estén en España podrán ir adonde ellos deseen", explicó Moratinos. "Les daremos todo el apoyo, y serán ellos mismos los que decidan", añadió el ministro, que aclaró que incluso podrán regresar a La Habana: los familiares, cuando quieran, y los expresos, solicitando un permiso de las autoridades cubanas, que han dado garantías de que sus bienes en la isla no serán confiscados. El Gobierno francés fue el primero en declarar que no descarta acoger a algunos de ellos.

LOS CINCO PRIMEROS El Arzobispado de La Habana difundió ayer la identidad de los cinco primeros presos que saldrán en libertad en los próximos días: Antonio Villarreal Acosta, Lester González Pentón, Luis Milán Fernández, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco Avila. Todos son miembros del Grupo de los 75, detenidos en la Primavera Negra del 2003, pero ninguno está entre sus figuras más relevantes. Uno de ellos, el periodista Pablo Pacheco, confirmó ayer a Europa Press que el cardenal Jaime Ortega le había informado de que "próximamente" sería liberado. Dijo no haber sido forzado a aceptar la propuesta de viajar a España --"me dijeron ´si tú quieres´"--, y que confía en que "esto sea el principio de la reconciliación de todos los cubanos".

La reacción de la disidencia al anuncio es cautelosa. El dirigente del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) Oswaldo Payá agradeció en declaraciones a Onda Cero la mediación de la Iglesia y "las gestiones y la solidaridad de España", pero consideró que "dar a escoger entre ser desterrado o seguir en prisión no es propiamente una liberación". "Por una parte, nos alegramos de que salgan de ahí. Pero si esto sigue así, no existe una voluntad de cambios", añadió. Moratinos sí ve esa voluntad en Raúl Castro. A su juicio, "ya no hay ningún obstáculo" para que la UE y Cuba inicien la negociación de un acuerdo bilateral.