La crisis económica ha empujado a unos 60 pilotos de aviación españoles a emigrar a Vietnam, donde además de tener unas mejores condiciones laborales, disfrutan de un reconocimiento que dicen haber perdido en Europa.

"Aquí se sigue respetando la opinión y la decisión del comandante, se nos dignifica como personas y profesionales, se admira y se reconoce nuestro trabajo y eso es algo que en España se había perdido en los últimos años", sostiene Iván Ollé, que desembarcó en Ho Chi Minh (antigua Saigón) hace ahora un año contratado por la aerolínea estatal, Vietnam Airlines.

Este experimentado aviador, que antes trabajó en compañías de España, Francia e incluso de la República Centroafricana, no se lo pensó dos veces cuando recibió la oferta para venir a Vietnam, aunque sienta añoranza por la familia.

"La vida en Saigón es fácil, es una ciudad segura, la gente es amable y la compañía nos da un trato muy favorable, pero echo mucho de menos a mi familia y estoy buscando un buen colegio para que mi mujer y mis hijos vengan", explica.

La buena experiencia de Ollé, pionero entre los pilotos españoles, pronto animó a otros profesionales de la aviación, que han encontrado en el país asiático la estabilidad laboral que no tenían en España, algunos de ellos procedentes de Air Comet, que suspendió sus operaciones el pasado mes de diciembre.

ADAPTACIÓN

Cubierto por un enorme impermeable de plástico, imprescindible en plena temporada de los monzones, Iván se desenvuelve con naturalidad a bordo de su pequeña motocicleta, adaptado al enjambre de ciclomotores que mueve en todas las direcciones a base de continuos bocinazos. Una vez que aprendes a conducir en este caos, ya has superado la prueba para vivir en Vietnam, aunque lo más difícil es aprender el idioma, por ejemplo, si dices "Thay Ban Nha" puedes decir España o "te vendo mi casa". "Es una lengua imposible", bromea.

La aerolínea vietnamita precisa de pilotos extranjeros con experiencia con la finalidad de desarrollar sus planes de expansión, por lo que está reclutando a decenas de ellos. Felipe Martín, un madrileño de 38 años que comenzó a trabajar para Vietnam Airlines hace seis meses animado por su amigo Iván explica que en el país indochino "las aseguradoras les exigen a las aerolíneas un porcentaje de comandantes con titulación en el extranjero".

TRATO EXQUISITO

Instalado con su mujer y sus hijos de corta edad, con un salario que triplica el que tenía en España y un contrato que le permite disfrutar de dos semanas de descanso cada 75 días y vuelos gratuitos a España, Felipe planea quedarse unos cuantos años en el Sureste Asiático contento por el "trato exquisito a los pilotos".

"Me veo aquí cinco años y si el mercado es aceptable me volveré a España, o si no a otro país", dice. Para este aviador que trabajó durante 11 años en distintas compañías españolas, esta aventura "es una vuelta a la antigua aviación, al respeto que tenían los pilotos hace cuarenta años en España".

"En nuestro país, la profesión está ninguneada, no es de futuro. Creo que a largo plazo volverá a ser lo que era, pero de momento en España las empresas tienen la sartén por el mango", protesta. Todas estas ventajas han convertido a Vietnam en los últimos meses en uno de los destinos favoritos de la diáspora de pilotos españoles, que también han acudido a otros países con aerolíneas emergentes como China, Qatar, o los Emiratos Árabes Unidos. Según Ollé, en la actualidad hay más de 300 pilotos españoles trabajando en el extranjero.