Al menos 64 policías resultaron heridos, cinco de ellos de gravedad, en la segunda noche de disturbios en el extrarradio norte de París, donde fueron detenidas seis personas y se incendiaron y destruyeron coches y edificios. Fuentes policiales explicaron que uno de los agentes heridos de gravedad recibió un impacto de bala en la espalda.

También indicaron que seis personas fueron detenidas y que 63 vehículos fueron incendiados en la media docena de localidades donde se produjeron los altercados y además fueron destruidas dos escuelas, una biblioteca, unas oficinas de impuestos y un supermercado. Los disturbios se iniciaron a última hora de la tarde y se prolongaron hasta la una de la pasada madrugada (00.00 GMT) en poblaciones en torno a Villiers-le-Bel.

En esa localidad, a una veintena de kilómetros al norte de París, comenzaron los incidentes tras la muerte el domingo de dos adolescentes al chocar su moto contra un coche de policía. Los enfrentamientos entre jóvenes y policías se reanudaron por segunda noche muy cerca del lugar donde fallecieron los dos jóvenes, Moushin y Larami. Los grupos de alborotadores lanzaron todo tipo de proyectiles contra los agentes, que respondían con gases lacrimógenos, pelotas de goma y otro material antidisturbios. Los atacantes, que se pertrechaban tras contenedores de basura, quemaron un autobús de antidisturbios y un coche de policía.

Aunque los desordenes se concentraron en el departamento de Val d'Oise (Villiers-le-Bel, Sarcelles, Garges-les-Gonesse, Cergy, Ermont y Goussainville esencialmente) también se informó de algunos incidentes en las barriadas conflictivas de Mureaux, en el departamento de Yvelines, al sur de París.

La delegación del Gobierno de Seine-Saint-Denis, que fue el origen y el principal foco de la ola de disturbios que sacudió Francia hace dos años, afirmó que la situación había sido "tranquila" durante la noche. Un portavoz de las familias de los fallecidos en Villiers-le-Bel pidió públicamente que se haga "justicia con calma y serenidad, que la investigación se lleve a cabo bajo el control de un juez instructor y que se respeten las leyes de la República". Los padres de los jóvenes muertos pidieron que se recuerde a "sus hijos sin violencia, sin altercados, respetando la legalidad".