Al menos 67 presos murieron en un incendio que se declaró ayer al mediodía por causas aún desconocidas en la mayor cárcel de Arabia Saudí, ubicada en Riad, según la agencia saudí de noticias SPA. El fuego dejó además 23 heridos, tres de ellos miembros de las fuerzas de seguridad.

El fuego se desató en la sección de rehabilitación de la penitenciaría, situada dentro de la Dirección General de Prisiones. Los bomberos acudieron "inmediatamente" a sofocar el incendio y a rescatar a los heridos, pero no pudieron evitar el elevado número de víctimas. El fuego pudo ser controlado anoche, informó un periodista de la agencia France Presse, que vio como cientos de familiares de los internos esperaban la autorización para poder entrar en el recinto.

CAZA DE INTEGRISTAS

Las autoridades no aclararon si la cárcel albergaba a los más de 200 militantes integristas arrestados en Arabia Saudí en los últimos meses, en la campaña contra los presuntos miembros de Al Qaeda. La caza de los seguidores de Osama bin Laden se intensificó a partir del pasado mayo, cuando la explosión de una bomba en Riad mató a 35 personas, nueve de ellas estadounidenses.

Mohamed al Ghamdi, un periodista saudí, dijo a la BBC que, puesto que la cárcel es la mayor del país, es muy posible que acoja a presos relacionados con Al Qaeda. Según Al Ghamdi, la cárcel es moderna, famosa por la calidad de sus instalaciones y nunca había ocurrido algo así. En cambio, según fuentes citadas por la cadena de televisión Al Jazira, la prisión incendiada sufría hacinamiento, y no descartaron la posibilidad de un motín.

El ministro del Interior, el príncipe Naif bin Abdulaziz, ordenó la apertura de una investigación para aclarar lo sucedido. "Es muy pronto para afirmar que el fuego se debió a un acto de sabotaje", dijo una fuente de la seguridad saudí a la agencia de noticias Reuters.

Desde Londres, el opositor saudí y jefe del Movimiento Islámico para la Reforma en Arabia (MIRA) Sad al Faqih afirmó que el incendio "provocó más de 80 muertos". Según Al Faqih, corren dos versiones sobre el origen del fuego: la primera, que fue provocado por un grupo de internos que protestaban por las condiciones de detención y, la segunda, que se debió a un cortocircuito.