Desde el 20 de marzo del 2003 hasta ayer, 900 soldados estadounidenses han muerto en Irak según datos del Pentágono. El último fue un marine que falleció en Duluiyah, al norte de Bagdad. Otros seis soldados resultaron heridos.

Dos coches bomba estallaron en Bagdad y en Ramadi causando la muerte a seis iraquís. Por la tarde, Ramadi fue escenario de enfrentamientos.