En plena crisis de Uzbekistán, los guardias de seguridad uzbecos e israelís abatieron ayer a un hombre frente a la Embajada de Israel en Tashkent después de confundirlo con un suicida. "Llevaba un abrigo largo en un día de verano, le pidieron que se detuviera, pero él no hizo caso, y nuestras fuerzas de seguridad decidieron que había que actuar", explicó el ministro de Exteriores israelí, Silvam Shalom, tras hablar con el embajador hebreo en Uzbekistán.

Según fuentes del Ministerio de Exteriores israelí, los guardias llegaron a disparar en una pierna al hombre, pero éste continuó avanzando, por lo que tuvieron que abatirlo ante la sospecha de que iba a cometer un atentado. Debajo del abrigo, el muerto llevaba un chaleco, pero sin explosivos, e iba desarmado. A pesar de que no hubo un intento de atentado, Shalom decretó el estado de máxima alerta en las embajadas israelís en todo el mundo. "Hay muchos grupos que quieren atacar las legaciones israelís, así que debemos estar preparados", declaró Shalom.

EL PRECEDENTE Los hechos de ayer recordaron lo sucedido en julio del 2004, cuando tres suicidas atacaron en Tashkent las embajadas israelí y estadounidense y la oficina del fiscal general uzbeco. Hubo tres muertos y ocho heridos.