Nacido en Nigeria en 1932

Licenciado en Teología

Prefecto para el Culto

Podría ser el primer papa negro. Todos los analistas le incluyen entre los favoritos. Es un tradicionalista estricto y, al mismo tiempo, muy abierto en lo que se refiere al diálogo con otras religiones. Conoce el Islam por haberse codeado con él en su país, en el que la religión musulmana representa el 41% de la población. La colaboración entre los fieles de distintas religiones es necesaria por razones teológicas y sociológicasO, dijo.

Su piel de color es un valor añadido, pero también un inconveniente. Occidente no está todavía preparado para un papa negro, aunque constituiría un desafío para la Iglesia y para los medios de comunicaciónO, ha dicho estos días en Roma Bernard Agré, cardenal de Costa de Marfil.

Nació en una familia de animistas (forma de religión que consiste en creer que todas las cosas tienen alma). Su conversión al catolicismo provocó una rebelión familiar. Pero cuando se hizo cura, su familia se convirtió.

Sus colaboradores en el ministerio vaticano del Culto dicen que es un jefe inflexible. Dicho ministerio aprueba cada uno de los ritos de la Iglesia e incluso las traducciones de los mismos en cada idioma, en la convicción de que la forma marca el contenido. Quizá a causa de esa rigidez, Arinze está catalogado como un tradicionalista. Tiene un carácter muy comunicativo y, si cantara, posiblemente su voz sería la de un barítono.

En 1994, en la clausura del sínodo africano, que se celebró en Roma y no en Africa por voluntad del Vaticano, Juan Pablo II le hizo sentarse en el trono reservado al Papa para el acto final.