El abogado de Nicolas Sarkozy, Thierry Herzog, cuestionó la imparcialidad del juez que inculpó al expresidente francés en el marco del caso de "abuso de debilidad" de la octogenaria millonaria heredera del imperio cosmético L'Oréal, Liliane Bettencourt.

"Podemos al menos cuestionarnos la imparcialidad de ese magistrado", indicó el letrado en una entrevista que hoy publica el semanario "Le Journal du Dimanche".

Herzog reprocha al juez Jean-Michel Gentil haber firmado una columna de opinión en el vespertino "Le Monde" en la que acusaba al expresidente de haber puesto en marcha una política que "protege a los corruptos".

"Cinco días después de la firma de esa tribuna el mismo juez llevó a cabo cuatro registros en el domicilio de Nicolas Sarkozy, en su despacho y en el despacho de su secretaria", señaló el abogado.

Agregó que, en los registros, el juez se llevó las agendas del expresidente, donde solo figura una cita en casa de los Bettencourt, que data del 24 de febrero de 2007.

En esa cita, reconocida por Sarkozy, estaba presente también el marido de Bettencourt.

El juez, basándose en el testimonio de algunos empleados domésticos de la millonaria familia, considera probable que Sarkozy visitara en otras ocasiones la casa de los Bettencourt, algunas de ellas tras la muerte del patriarca.

En esas visitas, según el magistrado, pudo aprovecharse de la debilidad mental de la octogenaria para obtener de ella dinero destinado a la financiación de su campaña para las presidenciales de 2007.

Por ello, el pasado jueves, Gentil decidió inculpar a Sarkozy, que hasta ese momento era testigo asistido en esa causa.

Se convirtió así en el segundo jefe del Estado francés imputado por la justicia tras abandonar el cargo, algo que también sucedió a su antecesor, Jacques Chirac, por un caso de financiación ilegal de partidos políticos por el que finalmente fue condenado.

La inculpación de Sarkozy puede suponer un duro golpe para el expresidente, que según algunos allegados tenía previsto regresar a la vida política con la vista puesta en las presidenciales de 2017.

Sin embargo, según un sondeo publicado hoy por el diario "Le Parisien", dos de cada tres franceses consideran que este caso no entorpece sus opciones de regresar a la política.

Es más, un 31 por ciento de los encuestados le considera el mejor candidato posible de la derecha para las presidenciales de 2017, un porcentaje que asciende al 63 % entre los simpatizantes de la conservadora UMP.

El número de personas que le apoya está en aumento y Sarkozy se destaca como el favorito, frente a otras opciones, como su exprimer ministro François Fillon.