Aunque la abstención fue similar a la de la primera vuelta, los resultados indican que la izquierda logró movilizar a sus votantes, mientras que la derecha, que casi ni lo intentó, se ha encontrado con que su electorado se confió y no acudió a las urnas. La abstención, del 39,5%, roza el récord negativo del 2002, en el que alcanzó un 39,71%. La ligera mejoría de ayer con relación a la primera vuelta (39,52%) rompe la tendencia del 2002, ya que entonces la abstención en la segunda vuelta fue superior a la de la primera (39,71% frente a 35,62%). En las otras dos elecciones anteriores similares a esta, convocadas junto a las presidenciales, la segunda vuelta había movilizado más electores que la primera. Eso pasó tanto en 1981 (con una abstención de 29,65% en la primera vuelta y 24,96% en la segunda) como en 1988.