Casi dos meses después de la muerte del líder histórico palestino, Yasir Arafat, su número dos, Mahmud Abbas (alias Abú Mazen ), busca hoy en las urnas la presidencia de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y, sobre todo, la legitimidad popular que tanto necesita para convertirse en el sucesor de Arafat. Dada por hecha la victoria de Abú Mazen, el índice de participación y el porcentaje de votos que consiga el candidato de Al Fatá son las dos grandes incógnitas de estas elecciones, las primeras en los territorios ocupados desde 1996.

En este plebiscito disfrazado de presidenciales, el éxito o el fracaso de Abú Mazen estará marcado por el porcentaje de votos que logre. Fuentes de Al Fatá han cifrado en un 60% --Arafat ganó en 1996 con el 88,2% de los votos, aunque sólo se enfrentó a una candidata, no a los seis que concurren contra Abú Mazen-- el éxito. La última encuesta hecha pública ayer, día de reflexión, da a Abú Mazen un 51% y al candidato independiente Mustafá Barguti, un 25%.

LA ABSTENCION El sondeo, elaborado por el Centro Palestino de Estudios Estadísticos, no ofrece datos de la participación, el segundo dato clave de la cita electoral. Los partidos islamistas Hamás y Yihad Islámica, que decidieron boicotear las elecciones, interpretarán como votos propios el porcentaje de abstención. La prensa palestina calcula que ésta podría alcanzar el 30%.

Otra de las incógnitas que se desvelarán a lo largo de la jornada electoral de hoy es la participación de los palestinos de Jerusalén Este --que se prevé muy baja-- y el grado de cooperación de Israel en estas elecciones de un país sin Estado bajo ocupación. El secretario general de la Comisión Electoral Central de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Rami al Hamdala, informó ayer de que 28.000 urnas ya han sido distribuidas en todos los centros de votación excepto en ocho localidades al sur de Naplusa, en Cisjordania, que se encuentran bajo toque de queda.

En total 1.757.756 palestinos podrán ejercer su derecho a voto en 1.072 colegios electorales, aunque sólo un 71% de ellos se ha registrado. El resto no podrán votar debido a los obstáculos que la presencia militar impuso al proceso de registro. Unos 800 observadores internacionales controlarán hoy el desarrollo de la votación en los territorios ocupados y Jerusalén.

Las de hoy no serán las únicas elecciones de los palestinos. El presidente interino de la ANP, Raui Fatú, convocó ayer elecciones legislativas para el 17 de julio. En ellas, está previsto que Al Fatá pruebe sus fuerzas por primera vez con Hamás.