El primer ministro palestino, Abu Mazen, defendió ayer la Hoja de ruta y los acuerdos a los que llegó con George Bush y Ariel Sharon en la cumbre de Aqaba y rechazó la decisión de Hamas de romper el diálogo con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para poner fin a los ataques contra Israel. Abu Mazen calificó de "esencial" el diálogo entre los palestinos, pero afirmó que no va a "imponérselo a nadie", en referencia a Hamas.

El primer ministro tomó ayer la manguera para intentar apagar los fuegos que se le han ido declarando desde que el pasado miércoles anunció en la cumbre de Aqaba su intención de desarmar a los grupos radicales palestinos. No utilizó Abu Mazen palabras duras, pero sí dejó clara que su impopular apuesta por la Hoja de ruta sigue en pie y que piensa continuar adelante con ella mientras esté en su mano.

Abu Mazen condenó los ataques del domingo, en los que murieron cinco soldados israelís, y la muerte de dos supuestos militantes de Hamas el viernes, y criticó que Israel no alivie la vida cotidiana de los palestinos --los territorios están cerrados-- y proyectos en parte reales como el del muro que separa Israel de Cisjordania.

Hamas rechazó reanudar el diálogo con el primer ministro. Uno de los líderes, Ismail Abu Shanab, dijo que las palabras de Abu Mazen demuestran que "no ha cambiado su actitud, por lo que la decisión respecto a no negociar tampoco ha cambiado". Menos drástico, el portavoz de Hamas, Abdelaziz Rantisi, declaró que estudiarán las palabras de Abu Mazen.

PLANTA CARA A BERLUSCONI

Paralelamente, Abu Mazen se negó ayer a entrevistarse con su homólogo italiano, Silvio Berlusconi, porque éste rechazó reunirse con Yasir Arafat. Berlusconi, considerado por Israel como su mejor aliado en la UE, es el primer líder europeo que sigue la posición de Israel y EEUU de ignorar a Arafat.