El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás (alias Abú Mazen ), tendió ayer la mano a Israel en su discurso de investidura y propuso un alto el fuego entre las facciones armadas palestinas y el Estado hebreo. Abú Mazen se comprometió ante el Consejo Legislativo a perseguir el objetivo del fallecido Yasir Arafat de lograr un Estado palestino con las fronteras anteriores a la guerra de 1967, con Jerusalén como capital y con una solución justa al asunto de los refugiados basada en resoluciones internacionales.

La jura como presidente de Abú Mazen no se celebró en las mejores circunstancias. Mientras pronunciaba su discurso, el Ejército israelí efectuaba una operación en la franja de Gaza que se saldó con la muerte de siete palestinos. Además, en el ambiente flotaba la decisión del primer ministro israelí, Ariel Sharon, de cancelar todos los contactos de la ANP tras el ataque del pasado jueves en un paso fronterizo de Gaza, en el que murieron seis israelís. Fuentes israelís acusaron a la seguridad preventiva palestina de conocer a los autores de este nuevo ataque.

El discurso de Abú Mazen fue continuista, muy arafatista, un tono al que también contribuyó la simbología: la sesión no se celebró en el Parlamento, sino en una sala de la Mukata --desde donde Arafat se dirigía a los parlamentarios durante su asedio--, un retrato del difunto rais presidía la sala y, tras su intervención, Abú Mazen visitó su tumba. Para desazón israelí, el nuevo presidente no se comprometió a combatir a las facciones armadas y pidió el fin de las políticas israelís de "asesinatos, arrestos, confiscaciones de tierras, asentamientos y el muro".

Abú Mazen dijo que la ANP está preparada para aplicar la Hoja de ruta y pidió empezar ya las negociaciones finales. Apeló a la comunidad internacional, especialmente a EEUU, para que no se "cometan los mismos errores que sabotearon muchas iniciativas en el pasado". "La paz no se alcanza con acuerdos interinos o parciales, sino trabajando juntos para lograr una solución permanente de todos los asuntos del conflicto", dijo. A nivel interno, Abú Mazen prometió impulsar reformas en la ANP y luchar para que "todo el mundo esté bajo el imperio de la ley".

De los siete fallecidos en la franja de Gaza, dos cayeron en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de la franja de Gaza. Decenas de palestinos resultaron heridos, además, en las incursiones israelíes en la franja de Gaza, varios de ellos de gravedad.

IRREGULARIDADES El discurso de investidura de Abú Mazen coincidió con la dimisión ayer de 46 miembros de la comisión electoral palestina como protesta por las irregularidades que se cometieron en las elecciones presidenciales. Los dos dimisionarios de más alto rango denunciaron que miembros del equipo de Abú Mazen y de las fuerzas de seguridad palestina presionaron --incluso a través de disparos al aire-- para retrasar dos horas el cierre de los colegios electorales y conseguir así un mayor índice de participación.

A pesar de que indicaron que las irregularidades no pueden ensombrecer la victoria que ha obtenido Abú Mazen, los dimisionarios alertaron de que las mismas presiones pueden repetirse en las próximas elecciones legislativas, cuyo resultado es mucho más incierto que el de las presidenciales.