José María Aznar tuvo ayer un aterrizaje accidentado en la República Dominicana a causa de un fallo técnico en el avión oficial. Un problema en el sistema hidráulico del tren de aterrizaje obligó al presidente a permanecer más de media hora dentro del avión que, tras tomar tierra y detenerse, tuvo que ser remolcado al no poder rodar por la pista con normalidad. El incidente impidió a Aznar cumplir el protocolo y recibir al Rey a su llegada a Punta Cana.

SIN RIESGO PARA EL PASAJE

Fuentes de la Moncloa intentaron restar importancia al suceso, asegurando que no hubo ningún riesgo para el pasaje en el momento del aterrizaje y que el problema se limitó a la dificultad de rodar por la pista. El rey Juan Carlos y el presidente Aznar habían coincidido por la mañana en el aeropuerto de Barajas, desde donde ambos, a bordo de dos aviones gemelos Boeing 707, emprendieron viaje a la República Dominicana. Como marca el protocolo, Aznar despidió formalmente al Rey quien, a pesar de subir el primero a su avión, despegó en segundo lugar.

El problema en el sistema hidráulico del Boeing 707 en el que viajaba el presidente del Gobierno, su esposa, Ana Botella, y funcionarios de la Moncloa se detectó en el momento del despegue de Madrid y, en un principio, se pensó en regresar o en realizar una escala técnica en cualquier otro aeropuerto antes de cruzar el Atlántico. El comandante del avión, de acuerdo con Aznar, optó por seguir viaje, toda vez que el fallo del sistema hidráulico se limitaba al rodamiento en la pista y no suponía riesgo alguno.

El avión presidencial comunicó al real las dificultades previstas y se optó por alterar el orden de llegada, de modo que el Rey aterrizó antes de que lo hiciera Aznar.