Decenas de miles de estudiantes, 250.000 según la policía, 500.000 según los organizadores, se manifestaron de nuevo ayer en Francia contra el controvertido Contrato de Primer Empleo (CPE), en una demostración de fuerza que acabó en algunos lugares en incidentes, como en París. Los estudiantes dejaron claro que seguirán movilizados hasta conseguir la retirada del contrato, destinado a los menores de 26 años y que contempla el despido sin justificar en los dos primeros años.

"No a la precariedad", es el eslógan y el grito de guerra de la revuelta, convertida en un pulso al Gobierno conservador de Dominique de Villepin. Las manifestaciones más importantes fueron en París, Burdeos, Marsella, Toulouse, Lille y Lyón. Las protestas acabaron en enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas del orden en París, Nantes y Rennes.

En París, unos 200 individuos, muchos de ellos encapuchados, incendiaron un quiosco y lanzaron proyectiles y cócteles molotov contra los antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos. Escenas similares se repitieron por la noche ante la Universidad de la Sorbona, donde la policía dispersó a los manifestantes con cañones de agua.

MAYOR AFLUENCIA La jornada de movilización estudiantil acabó con 212 detenidos en todo el país, 147 de ellos en la capital. Una veintena de agentes policiales resultaron heridos. Los incidentes suponen una escalada en el pulso que los estudiantes mantienen con el Gobierno. Además, esta radicalización estuvo acompañada de una mayor movilización que en las precedentes jornadas de protesta

Tanto los estudiantes como los sindicatos consideraron que la movilización fue un "éxito" y un "ensayo general" de las manifestaciones interprofesionales convocadas para el sábado. Pero pese a la fuerte presión de la calle, Villepin asegura que defenderá el CPE "hasta el final", aunque reconoce el error de haber ido "demasiado rápido".

Villepin reiteró ayer que está "abierto al diálogo" para "mejorar" el CPE, pero sin tocar el espíritu de la ley votada por el Parlamento hace justo una semana. El primer ministro "no puede dar marcha atrás, porque si lo hace está muerto" en sus aspiraciones presidenciales, según afirmó el diario Le Monde , que citó a un ministro.

La puerta de salida podría venir del Consejo Constitucional si suscribe el recurso contra el CPE que los socialistas presentaron el martes pasado. Sin embargo, la máxima autoridad francesa en materia constitucional no se pronunciará antes de 15 o 20 días, tiempo en el que las manifestaciones y las protestas podrían ampliarse o apagarse.

REUNION ESTA TARDE Villepin recibirá esta tarde a los miembros de la Comisión Permanente de las Universidades (CPU), a los que ofrecerá introducir nuevas "garantías" en el CPE con el objetivo de que pueda llegar a ser aceptado por los sindicatos. Sin embargo, no ha previsto nada para los estudiantes.

Por su parte, el Partido Socialista acusó al primer ministro de "dejar pudrir el movimiento", cosa que desmintieron fuentes gubernamentales, que hablan de "dejar un tiempo de reflexión" para todos.