La mayor petrolera privada de Rusia, Yukos, está al borde de la bancarrota a causa de la ofensiva judicial emprendida contra esta compañía a instancias del Gobierno ruso, presidido por Vladimir Putin, según informaron ayer sus directivos.

"Las acciones del Gobierno de la Federación rusa han llevado a la mejor y la más solvente compañía rusa a la suspensión de pagos y a la posible bancarrota", dijo Bruce Misamor, el director financiero de Yukos, en un comunicado oficial publicado por la petrolera. El acoso judicial contra Yukos es visto como un intento del Kremlin de vengar las ambiciones políticas de su mayor accionista y expresidente Mijail Jodorkovski, que está siendo juzgado por presunto fraude y evasión de impuestos a gran escala. Jodorkovski financiaba a partidos de la oposición al presidente Putin, así como a medios críticos con el presidente.

PLAZO SUPERADO Yukos informó ayer de que había recibido una notificación de impago de 10 bancos internacionales que habían concedido a la petrolera un importante crédito el pasado octubre. "El 2 de julio, recibimos la noticia de la suspensión de pagos de los bancos que nos ayudaron a obtener los 1.000 millones de dólares en préstamos", dijo el portavoz de la empresa, Alexander Shadrin.

La notificación de impago, según Shadrin, ha tenido como pretexto la investigación sobre presunto fraude y evasión de impuestos llevada a cabo por la Fiscalía General de Rusia, que había causado la inmovilización de los activos de Yukos por parte de las autoridades.

La semana pasada, la justicia rusa sentenció a Yukos a pagar más de 5.000 millones de euros por evadir impuestos en los ejercicios fiscales del 2000 y 2001. Yukos tiene hasta la tarde de mañana para abonar los 2.800 millones correspondientes al 2000, pero con las cuentas bancarias congeladas no puede ni siquiera vender sus activos.