La sociedad turca lanzó ayer un emotivo mensaje de rabia y unidad en memoria del periodista de origen armenio Hrant Dink, asesinado el pasado viernes por un joven ultranacionalista. Más de 100.000 personas se congregaron en Estambul para dar el último adiós a la voz de la comunidad armenia en Turquía, y el funeral se convirtió en una manifestación de repulsa por el atentado y a favor de la democracia y la paz, que recorrió ocho kilómetros en las principales avenidas de la capital. "Aquí está el futuro de Turquía", afirmó el político izquierdista Ufuk Uras.

Mujeres musulmanas llevaban una pancarta donde se leía Todos somos armenios . Otras jóvenes levantaban el puño y cantaban "Viva la hermandad entre kurdos, turcos y armenios". La viuda de Dink leyó un mensaje. Muchos manifestantes portaban unas pancartas en turco y en armenio en las que se leía Todos somos Hrant Dink y El artículo 301 es culpable . La ceremonia religiosa fue oficiada por el patriarca armenio Mesrob II, que instó al diálogo y pidió eliminar las referencias al "enemigo" armenio de los libros de texto turcos.