Al menos 20 personas han muerto este jueves y otras 20 han resultado heridas en un atentado suicida contra un centro de reclutamiento militar en la conflictiva ciudad noroccidental paquistaní de Mardán. El atentado ha sido perpetrado por un adolescente vestido con un uniforme escolar que ha logrado entrar en el recinto y ha hecho estallar la carga explosiva que llevaba oculta bajo el chaleco, según han informado fuentes del Ejército. El ataque se ha producido mientros las víctimas, todas ellas cadetes, participaban en su entrenamiento militar, según ha explicado un oficial militar. Las autoridades trabajan ahora para identificar a los fallecidos. El centro de reclutamiento atacado se halla en una zona militar restringida, como muchas otras en el país que albergan instalaciones o academias castrenses, por lo que lanzar ataques en ellas acostumbra a ser más complicado que en mercados o mezquitas. La policía y el Ejército son blancos habituales de los grupos insurgentes talibanes, que combaten a las fuerzas de seguridad en varios puntos del conflictivo noroeste y las áreas tribales fronterizas con Afganistán. El atentado deja en evidencia las afirmaciones de las autoridades según las que las ofensivas militares en la zona han debilitado a los talibanes vinculados a Al Qaeda y supone un nuevo golpe de desestabilización al Gobierno de Pakistán. Además sugiere que los talibanes se están rearmando después de un periodo de relativa calma. El primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani, ha condenado el atentado. "Ataques tan cobardes no afectarán la moral de las fuerzas del orden", ha asegurado.