La conferencia internacional sobre Afganistán celebrada ayer en París se cerró con la promesa de donaciones por valor de 21.400 millones de dólares (unos 13.800 millones de euros), aunque en realidad se desconoce qué parte de esta cantidad son aportaciones adicionales a las ya acordadas anteriormente. A cambio, la conferencia pidió al Gobierno de Kabul que luche más eficazmente contra la corrupción y organice mejor el reparto de la ayuda.

Representantes de 68 países y de 17 organizaciones internacionales se reunieron para "lanzar una señal fuerte a la opinión afgana y a la opinión pública internacional" en el sentido de que la comunidad mundial mantiene el compromiso político y económico de ayuda a Afganistán, en palabras del ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. España y otros países, entre ellos Francia, subrayaron que la de ayer no era una conferencia de donantes, aunque se adquirieran compromisos financieros.

Más importante que las cifras era que calara el mensaje de la afganización, es decir, que ha llegado la hora de que "los afganos asuman sus responsabilidades y sean responsables de su propio desarrollo", dijo Moratinos. Francia ha insistido en que era una conferencia "global" para tratar los aspectos políticos, económicos, financieros, de seguridad y humanitarios. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, no dejó pasar la oportunidad, sin embargo, de anunciar que la ayuda de Francia se triplicará. De 13 millones de euros anuales pasará a 107 millones de aquí al 2010. EEUU prometió 6.600 millones de euros en dos años.

NECESIDADES REALES Pero las cifras son engañosas. El presidente afgano, Hamid Karzai, ha cifrado en 32.400 millones de euros las necesidades hasta el 2013 para reconstruir su país y ha asegurado que Afganistán precisará de ayuda internacional al menos durante 10 años. Se quejó de que la confusión y las estructuras paralelas perjudican la aplicación de las ayudas.

La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, abogó también para que "la ayuda llegue a los afganos", que dependen en un 90% de las donaciones internacionales, y siete millones están en el umbral de la hambruna. La corrupción frena las ayudas efectivas de los países.

España anunció ayer un proyecto de desarrollo agrícola valorado en ocho millones de euros, ya comprometidos anteriormente, que se llevará a cabo con la colaboración de Polonia y de los Emiratos Arabes Unidos.