La mayoría de los dirigentes africanos rechazaron ayer en Lisboa los pactos comerciales que quiere firmar con prisas la Unión Europea (UE), azuzada por el calendario que le ha marcado la Organización Mundial del Comercio. El 31 de diciembre es la fecha límite para que los Veintisiete suscriban los Acuerdos de Asociación Económica (EPA, en sus siglas en inglés), unos pactos criticados por las organizaciones de derechos humanos que luchan contra la pobreza por considerar que no protegen a los agricultores más pobres ni a la frágil industria de esos países.

Este encontronazo protagonizó la cumbre UE-Africa que concluyó ayer. El presidente de turno de la UE, el primer ministro portugués, José Sócrates, se empeñó en querer celebrarla, no solo por el pasado que une a su país con el continente africano, sino también por la amenazante presencia de la inversión china. Estos futuros acuerdos que Bruselas quiere sellar supondrán la liberalización progresiva del mercado en Africa y la eliminación de aranceles para los productos de los Veintisiete. Las oenegés y la mayoría de los líderes africanos alertan de que los EPA facilitarán la invasión de Africa de bienes subvencionados europeos y dejarán al margen las necesidades particulares.

AYUDA Y DEMOCRACIA Algunos países de la región central y suroriental han cerrado acuerdos provisionales con la Comisión Europea, mientras crece el descontento en el Africa Occidental (Burkina Faso, Gambia, Guinea, Mauritania, Nigeria y Senegal, entre otros). El líder que con más ahínco se enfrentó a Bruselas fue el senegalés, Abdoulaye Wade, que llamó "a los intelectuales africanos, desde Casablanca hasta el Cabo" a protestar por los EPA. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, señaló que los europeos quieren garantizar una "transición suave" en esos acuerdos comerciales y que están dispuestos a "debatir" esas preocupaciones.

El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Alfa Omara Konaré, intentó contemporizar y afirmó que "Lisboa es un punto de partida". "Hay desacuerdos pero no rupturas", añadió. Firmado se ha dejado un plan de acción lleno de buenas intenciones para los próximos tres años para promover la ayuda al desarrollo y la democracia.

"ARROGANTES" El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, reaccionó ayer a las críticas de la cancillera alemana, Angela Merkel, quien la víspera había afirmado que su país ensuciaba la imagen de Africa. Mugabe tildó a los mandatarios occidentales de "arrogantes" por atreverse a denunciar las violaciones de derechos humanos en Zimbabue y dijo que los británicos "aprendieron democracia" durante el proceso de descolonización.