Desde la proclamación del califato, en las zonas que controla, el Estado Islámico ha obligado a las mujeres a llevar el velo integral cada vez que salieran a la calle. Aquellas que se negaran o que fueran vistas sin él en la calle eran detenidas y sometidas a castigos corporales.

No obstante, desde hace una semanas, los responsables del Estado Islámico en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, han emitido una orden en que prohíben que aquellas mujeres que vayan a entrar en centros militares vistan esas ropas.

El motivo a esa restricción, según informa una web iraní citando fuentes en Nínive, es la seguridad ya que varias mujeres han atacado a mandos militares ocultando sus armas bajo esos ropajes.