El avión de Air France, que desapareció el lunes en el Atlántico con 228 personas a bordo, emitió 24 señales de anomalías en sus sistemas durante los cuatro minutos previos a que saliera de la zona de localización del radar de Río de Janiero, según han informado hoy los investigadores franceses.

Por ahora, no se puede establecer la causa de estas anomalías, pero los investigadores han indicado que el día del siniestro las condiciones meteorológicas no eran "particularmente excepcionales".

El director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), Paul Louis Arslanian, ha asegurado que "es demasiado pronto para conocer las causas del accidente".

Velocidad

Este experto ha precisado que están trabajando con los elementos que se están recopilando. Arslanian ha destacado las "incoherencias" de velocidad registradas por los tres sensores con los que está equipado el aparato.

Esta diferencia de medición provoca la interrupción de ciertos sistemas automáticos del avión, entre ellos, el piloto automático. "No sabemos si los sistemas se averiaron o si los apagaron de forma voluntaria los pilotos, lo único seguro es que dejaron de funcionar", ha manifestado.

Para el director de la Oficina de Investigaciones y Análisis es prematuro decir si esa avería en los sistemas --que ya había sido detectada con anterioridad en otros aviones Airbus A-330 similares-- es la causa del accidente del vuelo entre Río de Janeiro y París.

Los mejores investigadores

Paul Louis Arslanian ha precisado que tampoco se conoce si con posterioridad a las señales de avería los sistemas automáticos volvieron a funcionar.

El experto ha pedido que no se saquen conclusiones en este punto de la investigación y ha asegurado que "los mejores especialistas en la materia en Francia están movilizados para hacer el mejor trabajo posible, en contacto con otros internacionales".

Arslanian ha señalado que las causas de las "incoherencias" de velocidad registradas deben ser "diversas".

El BEA trabaja en coordinación con el Servicio meteorológico francés cuyo director adjunto, Alain Ratier, ha asegurado que no se registraron "condiciones excepcionales" para la zona y la estación del año.

Hipótesis incoherente

Aunque no lo ha descartado "al cien por cien", Arslanian ha apuntado que "sería sorprendente" que la catástrofe hubiera sido provocada por una bomba a partir del análisis de los datos con los que se cuenta hasta ahora.

El director de la Oficina de Investigaciones y Análisis ha afirmado que "la hipótesis de la bomba actualmente no es muy coherente con las informaciones que tenemos".