La gobernación del estado de Alabama, en el sur de Estados Unidos, promulgó hoy la Ley HB56 sobre inmigración, que permite detener a una persona si se sospecha que está en situación irregular y exige a las escuelas determinar el estatus de los estudiantes. El gobernador de Alabama, Robert Bentley, promulgó la norma, que los grupos defensores de los inmigrantes consideran una versión "más dura" de la SB1070, la ley del sureño estado de Arizona que convierte en un delito penal la inmigración clandestina. La ley de Alabama, que se prevé entre en vigor el 1 de septiembre, permite a la Policía del estado detener a una persona bajo sospecha de que se encuentra ilegalmente en EEUU, penaliza a quienes transporten a un indocumentado y exige a las empresas verificar el estatus migratorio de sus empleados, entre otros puntos. La norma también exige a las escuelas a públicas del estado determinar el estatus migratorio de los estudiantes y niega el acceso a educación superior a inmigrantes indocumentados. "Esta ley, firmada hoy por el gobernador Bentley, va mucho más lejos que la controvertida ley (de Arizona)", dijo en conferencia de prensa Mary Bauer, directora legal del Centro Sureño Legal contra la Pobreza (SPLC). La activista social calificó la medida de "inconstitucional", "racista" y "mal intencionada". "Vamos a entablar un litigio para desafiarla y esa es la postura de otras organizaciones", aseveró Bauer. El SPLC y una coalición de organizaciones civiles, entre las que se encuentra la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU), presentaron esta semana un recurso para solicitar a un juez federal que bloquee la entrada en vigor en Georgia de la ley estatal HB 87 similar a la SB1070.