El primer ministro iraquí, Iyad Alaui, reconoció ayer que el plan de seguridad puesto en marcha de cara a las elecciones del próximo domingo es insuficiente para prevenir ataques sangrientos. En declaraciones a la televisión oficial Iraquiya, Alaui subrayó que pese a que el plan es "completo", sigue siendo insuficiente para hacer frente a "ataques feroces", puesto que contiene "lagunas".

"Hay muchos preparativos en los que participan las fuerzas iraquís y multinacionales, además de los ministros de Defensa, de Interior y responsables de los servicios de espionaje para controlar la seguridad el día de las elecciones. "Pero no podemos decir sin pestañear que no habrá ningún ataque", dijo el jefe del Gobierno iraquí.

Alaui también adelantó que la semana próxima anunciará un "plan para la devolución de las tareas de seguridad a las fuerzas iraquís" y la retirada "en etapas" de la Fuerza multinacional dirigida por EEUU. "Sigo discutiendo con la Fuerza multinacional en vista a la aceleración de las operaciones de entrenamiento, equipamiento y despliegue de las fuerzas iraquís", dijo Alaui.