El primer ministro iraquí, Iyad Alaui, se reunió con los líderes de los 25 estados de la UE en Bruselas para reclamarles mayor implicación europea en su país. Alaui también acudió a la sede de la OTAN para pedir la aceleración de la puesta en marcha de la misión de formación de las fuerzas de seguridad del país.

Alaui intentó corregir el malestar creado por sus ataques de la víspera contra los países europeos que a su juicio permanecen como "espectadores" en Irak, en una velada referencia a Francia, Alemania y España, entre otros.

AUSENCIA DE CHIRAC El presidente francés, Jacques Chirac, no participó en la reunión, porque había partido poco antes para asistir a los funerales del jeque de Abu Dabi. Chirac negó que su ausencia estuviera relacionada con las críticas de Alaui y, como muestra de sus "excelentes" relaciones con Irak, anunció que había invitado al presidente iraquí a reunirse con él en París.

Alaui utilizó el mismo lenguaje que el presidente norteamericano, George Bush, y aseguró que "la lucha en Irak no es un asunto interno, sino un combate por el mundo, una lucha contra el terrorismo internacional". Y criticó los planes de Holanda y Hungría de retirar sus tropas de Irak el año próximo.

La UE ofreció apoyo político y financiero para la transición democrática de Irak, la celebración de las elecciones y la reconstrucción económica y de las instituciones del país, pero evitó cualquier compromiso de enviar personal debido a la inseguridad.

La UE recordó que ha destinado más de 300 millones de euros (50.000 millones de pesetas) a Irak y anunció un apoyo de 30 millones para las elecciones. Los líderes europeos prometieron acelerar los preparativos de la misión para el desarrollo de la policía y la administración civil, judicial y penitenciaria.