Ante el futuro político cada vez más incierto de Bélgica, el rey Alberto II ha pedido hoy al primer ministro en funciones, Yves Leterme, que haga el máximo para preservar el bienestar económico y social de los ciudadanos.

Los dos mediadores reales han informado también al monarca por la tarde que es imposible reanudar las negociaciones para la reforma del Estado y la formación de un nuevo Gobierno federal, ante las profundas divergencias que separan a los partidos flamencos y francófonos. Alberto II tiene previsto comenzar a entrevistarse mañana con los diferentes líderes políticos flamencos y francófonos.

Las declaraciones de diferentes dirigentes políticos han contribuido hoy a acentuar el clima de incertidumbre que domina el país. El diputado democristiano flamenco Eric Van Rompuy, hermano del presidente de la Unión Europea (UE), ha afirmado que "Bélgica está clínicamente muerta", mientras que la dirigente socialista y vicepresidenta del Gobierno en funciones, Laurette Onkelinx, ha reiterado que los partidos francófonos deberían comenzar a preparar un "plan B" ante una eventual escisión futura de Flandes.