El rey Alberto II de Bélgica ha abdicado hoy en favor de su hijo primogénito, Felipe, duque de Brabante, que tras jurar la Constitución se convertirá en el séptimo rey de los belgas. Alberto ha firmado el acta de abdicación de su reinado a las 09.45 horas en presencia del príncipe heredero, así como del primer ministro, el socialista Elio di Rupo, y de la ministra de Justicia, Annemie Turtelboom.

Miles de belgas se congregan en torno a la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, así como del Palacio Real, para despedir a sus reyes Alberto y Paola, y dar la bienvenida a Felipe y Matilde, que lo serán cuando termine la mañana. Con banderas tricolor (negro, amarillo y rojo) y con gritos de "viva el Rey", han recibido a Alberto II y Paola a la salida de la misa 'Te Deum' celebrada en la catedral bruselense, y antes de dirigirse al cercano Palacio Real, donde el Rey ha firmado el acta de su abdicación.

Tras la firma, la familia real se desplazará hasta el hemiciclo parlamentario, convertido en salón del trono para esta ocasión, y el príncipe Felipe jurará la Constitución, lo que le convertirá en el nuevo Rey y en jefe de Estado.

Segunda abdicación del año

Alberto II, de 79 años, es el segundo monarca europeo que abdica este año en su primogénito, Felipe, de 53 años, después de que Beatriz de Holanda lo hiciera el pasado 30 de abril en su hijo Guillermo-Alejandro. Al término del 'Te Deum', los reyes Alberto y Paola han saludado a la gente que, con la bandera tricolor, incluso en camisetas y otras vestimentas, y muchos de ellos con cámaras de fotos, les esperaban en el exterior del templo.

Alberto y Paola han conversado con la gente que les saludaba y han recogido algunos ramos de flores y bolsas con regalos de los ciudadanos. El monarca ha reinado durante dos décadas, al tiempo que los todavía príncipes Felipe y Matilde, igualmente han estrechado las manos de la concurrencia.

En su último discurso a la nación pronunciado el sábado, Alberto II pidió a los belgas que de cara al futuro mantengan la cohesión del Estado federal, así como el europeísmo y la atención al mundo en desarrollo. También les pidió que rodeen a los nuevos Reyes de "colaboración activa y apoyo. Son una pareja excelente al servicio de Bélgica y tienen toda mi confianza".

Entre los invitados, además de los altos representantes del Ejecutivo, el Legislativo y el poder judicial a nivel federal y regional, también figuran el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, la vicepresidenta del Parlamento Europeo (PE) Isabelle Durant y el cuerpo diplomático acreditado en Bruselas.