La exsecretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, afirmó ayer ante el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPI) que, durante la guerra de 1992-95, Bosnia fue escenario "de un horror inimaginable a finales del siglo XX". "El horror recordaba a la segunda guerra mundial: violaciones de mujeres ante sus propias familias, torturas, campos de concentración... la gente era sacada de sus casas por lo que eran y no por lo que habían hecho", rememoró. "Y todo esto --añadió-- se hizo de forma deliberada, no por algún soldado borracho, sino como parte de un plan para erradicar a determinadas poblaciones".

Albright testificó ayer en la vista para determinar la sentencia a Biljana Plavsic, número dos del presidente serbobosnio Radovan Karadzic --procesado por crímenes de guerra y genocidio y prófugo de la justicia internacional-- durante la guerra. Plavsic se entregó al TPI en enero del 2001, aunque entonces se declaró inocente de todos los cargos que se le imputaban. El pasado octubre cambió su declaración y se reconoció culpable de crímenes contra la humanidad; a cambio la fiscalía retiró los demás cargos. La audiencia judicial tiene por objeto establecer los agravantes y atenuantes que los jueces considerarán al imponer la pena.

Mientras otros dirigentes serbios procesados por el TPI, incluido el expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic, niegan persistentemente no sólo su responsabilidad sino incluso que los crímenes hubieran ocurrido, Plavsic se convirtió en la primera figura de alto rango en admitir la existencia de un plan criminal y su participación en él. Plavsic dijo ayer ante el tribunal que "el miedo" a ser víctimas llevó a los serbios "a la ceguera y a convertirse en verdugos". Y añadió: "Empiezo ahora a creer y aceptar que muchos miles de personas fueron víctimas inocentes de un esfuerzo sistemático y organizado para eliminar a musulmanes y croatas del territorio reclamado por los serbios. Aunque se me informó de las crueldades que se estaban cometiendo contra los no serbios, rehusé hacer algo para evitarlo".

MODERACION

En 1997, Plavsic alcanzó la presidencia de la República Srpska (la entidad serbia de Bosnia) y adoptó una actitud pragmática que la llevó a jugar un papel positivo en la aplicación de los acuerdos de Dayton. Esta actitud más moderada fue reconocida por Albright y por otros dos funcionarios internacionales: Carl Bildt, primer Alto Representante internacional en Bosnia, y el exjefe de la misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, Robert Frowick.