El alcalde de Londres, Boris Johnson, declaró este jueves que la escolta de automóviles del presidente estadounidense, Barack Obama, incluido su coche oficial, tendrán que abonar la "tarifa de congestión" o peaje urbano por haber circulado por el centro de la ciudad durante su reciente visita de Estado.

Johnson pasará al presidente de EEUU una factura de 10 libras (11,6 euros) por coche, una tasa que también se aplicará a La Bestia, el cadillac oficial del mandatario, explicó el alcalde al periódico vespertino Evening Standard.

"Estoy encantado de poder decir que La Bestia", afirmó Johnson, quien indicó que aplicará esta tarifa a la comitiva del presidente porque "no cortamos las calles durante su visita", a diferencia de lo ocurrido durante el reciente viaje del Papa.

DISPUTA EN EL PALACIO DE BUCKINGHAM

Estas declaraciones llegan en el marco de una disputa entre Johnson y la embajada de Estados Unidos que, según las autoridades de Londres, debe a la ciudad 5,3 millones de libras (6,1 millones de euros) en concepto de peaje urbano.

El cuerpo diplomático estadounidense lleva acumuladas más de 45.000 advertencias desde que el peaje entró en vigor en 2003, un asunto que el alcalde de Londres trató con Obama durante su encuentro en el Palacio de Buckingham. "Tuvimos una amistosa conversación y seguiremos tratando el tema", dijo Johnson.

Un portavoz del alcalde señaló que la factura por la escolta del presidente Obama se sumaría a los más de cinco millones de libras a los que asciende la deuda de la embajada estadounidense. Según el Evening Standard, la legación se opone a esta tarifa basándose en un acuerdo alcanzado en 1960 durante la Convención de Relaciones Diplomáticas de Viena, cuando se prohibió la imposición de tasas a las misiones diplomáticas.

A juicio de la embajada de EEUU y de muchas otras de la ciudad, la tarifa de congestión es un impuesto y, por tanto, no deberían estar obligadas a pagarlo.