El alcalde de Londres, el laborista Ken Livingstone, encabeza la campaña contra las nuevas medidas antiterroristas del Gobierno de Tony Blair. Un grupo formado por miembros de varios partidos, asociaciones religiosas y de derechos civiles hicieron público ayer un comunicado en el que demandaron un "mayor consenso" para poner en marcha la nueva legislación del primer ministro laborista tras los atentados de Londres.

Esta heterogénea coalición consideró que las nuevas iniciativas son "apresuradas" y que suponen una rendición a los terroristas. Además, advirtió que algunas de las medidas impuestas pueden suponer la "criminalización" y la "exclusión" de una parte de la sociedad musulmana que vive en el país.

EVITAR MAS ATENTADOS El pasado 5 de agosto, Blair anunció, alegando que "las reglas del juego han cambiado", una batería de medidas con las que pretende luchar contra el extremismo islamista y evitar atentados como los del 7 y 21 de julio en Londres. Entre los planes del Gobierno británico está prohibir grupos radicales y expulsar del país a aquellos que justifiquen o hagan apología del terrorismo.

El carismático y rebelde alcalde de Londres, conocido como Ken el Rojo , criticó la ambigüedad de algunas de las medidas que, según explicó, "hubieran significado prohibir la entrada a este país de Nelson Mandela y de sus simpatizantes durante los tiempos del apartheid". "Nuestras vidas, derechos y libertades son muy valiosos y no vamos a renunciar a ellos", sostuvo el comunicado de este grupo de presión que, a modo de consigna, aseguró: "Permanecemos unidos en el rechazo a ser derrotados por aquellos que buscan el asesinato indiscriminado de personas de todas las creencias y razas en nuestro país".

Entre los miembros de esta plataforma, que tiene previsto celebrar una manifestación en Londres en otoño, se encuentran la cuñada de Blair, la periodista Lauren Booth; el responsable de Interior del Partido Liberal Demócrata, Mark Oaten; y el presidente del Consejo Musulmán del Reino Unido, Iqbal Sacrine.

La presentación de la campaña contra las medidas antiterroristas coincidió ayer con nuevas revelaciones sobre la muerte de Jean-Charles de Menezes a manos de la policía. Según recogió el diario The Guardian , una testigo declaró, ante la comisión que investiga la muerte del joven brasileño, que éste recibió 11 disparos en 30 segundos.