El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, abroncó a sus conciudadanos, después de las imágenes del pasado jueves de cientos de personas que salieron a pasear y tomarse el aperitivo en la zona de los Navigli, donde los bares han abierto supuestamente para atender pedidos para llevar.

«Es para enfadarse y mucho», dijo el alcalde milanés después de que se hayan hecho virales las imágenes de cientos de personas en esta zona de ocio de la capital de Lombardía, paseando, bebiendo en grupos y agolpándose en las orillas de los canales milaneses. En estos momentos en Italia que ha comenzado una primera fase de desescalada se permite salir de casa solo para hacer deporte o dar un paseo o en casos de necesidad, para comprar, por motivos de salud o trabajo.

«Cuando hay que agradecer a los milaneses por su comportamiento virtuoso siempre soy el primero en hacerlo, pero hay momentos en los que hay algo que hacer y este es uno de esos momentos: las imágenes de ayer son vergonzosas». Y añadió: «No soy un político de las metáforas, soy un político de los actos. O las cosas cambian hoy, no mañana, o mañana estaré aquí en el Palazzo Marino (sede del ayuntamiento) como de costumbre y tomaré medidas, cerraré los Navigli y cerraré la comida para llevar», escribió en las redes sociales.