El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, anunció ayer el próximo desmantelamiento de Casilino 900, el mayor campamento de gitanos de la capital y de Europa. En él viven 600 nómadas, pero los vecinos no les quieren allí y han protagonizado dos días de protestas, que han incluido incendios y bloqueo de carreteras. Alemanno apuntó que antes deberá terminar el censo de su población "y encontrar un lugar para llevar a los desalojados". Precisamente, el lunes una universidad de Roma presentó en este campamento un modelo de casa de madera (9.000 euros de coste) para sustituir las tiendas y caravanas.