Alemania recibió hoy por primera vez a casi una cuarentena de heridos graves procedentes de Siria y tiene previsto acoger este año a unos 5.000 sirios, en lo que califica de acto de solidaridad con la oposición siria al régimen de Bachar al Asad.

Un total de 36 mujeres, niños y hombres partieron en un avión del Ejercito alemán desde Jordania, donde estaban recibiendo tratamiento médico hasta este momento, y aterrizaron esta tarde en el aeropuerto de Stuttgart (sur), desde donde fueron trasladados a varios hospitales militares, donde permanecerán hasta su recuperación.

"De esta manera, el Gobierno (alemán) contribuye además al apoyo político de la (opositora) Coalición Nacional Siria", declaró el titular de Asuntos Exteriores germano, Guido Westerwelle, en una rueda de prensa conjunta en Berlín con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi.

El jefe de la diplomacia alemana no precisó si entre los heridos acogidos por su país se encuentran también miembros de la oposición armada y se limitó a aclarar que la elección tuvo lugar "únicamente según criterios médicos".

Para el tratamiento de los heridos, el Gobierno alemán destina varios millones de euros, mientras que los gastos del vuelo corren a cargo de Ministerio de Defensa.

Esta primera acogida de heridos sirios por Alemania, por el momento de carácter único según el Ministerio de Exteriores, responde a la petición de asistencia del líder opositor sirio Muaz al Jatib, al frente de la Coalición Nacional.

Además, Alemania tiene intención de acoger este año a hasta 5.000 ciudadanos sirios, principalmente menores que se encuentren solos, familias con niños y miembros de minorías.

De momento, Alemania ha contribuido ya en concepto de ayuda a Siria con un total de 125 millones de euros, destinados principalmente mejorar la situación en los campos de refugiados en países vecinos como Jordania.

Alemania, a diferencia de socios europeos como Francia y Reino Unido, mantiene su escepticismo sobre el suministro de armas a la oposición siria.

En la rueda de prensa conjunta, Westerwelle y Al Arabi volvieron a hacer un llamamiento para una solución política al conflicto en Siria, que desde marzo de 2011 se ha cobrado la vida de más de 70.000 personas.