Alemania, el principal contribuyente neto de la Unión Europea (UE), expresó ayer su disposición a aceptar un incremento de sus aportaciones al presupuesto comunitario si todos los países aceptan asumir también sacrificios. La oferta del canciller alemán, Gerhard Schröder, al comenzar la crucial cumbre europea de Bruselas contrasta con el tajante rechazo de otros países ricos, como Gran Bretaña y Holanda, a la propuesta de compromiso de la presidencia luxemburguesa sobre el próximo marco presupuestario para el periodo 2007-2013.

FACILITAR EL PACTO Ante la gravedad de la crisis política europea, Alemania y Francia se están desmarcando de la posición de los otros países ricos de exigir la congelación de gasto de la UE, a pesar de la ampliación. El eje franco-alemán quiere facilitar un acuerdo hoy en el marco financiero para transmitir una señal positiva que contrarreste la actual crisis.

"Alemania quiere un acuerdo. Nosotros queremos movernos para llegar a un acuerdo, pero está claro que eso sólo será posible si todo el mundo se mueve y si todo el mundo comprende que hay que moverse", declaró Schröder. Francia, si se mantiene el gasto agrícola, también está dispuesta a asumir un incremento de contribuciones, según fuentes diplomáticas francesas.

Holanda, por el contrario, afirmó que la propuesta de la presidencia "no es aceptable de ninguna manera", porque no recorta bastante la contribución holandesa a la UE. Gran Bretaña también rechazó la rebaja propuesta por la presidencia de su cheque , por el que recupera el 66% de sus contribuciones netas a la UE. Gran Bretaña ni siquiera considera necesario llegar a un acuerdo sobre el marco financiero en esta cumbre. "No hay necesidad de llegar a un acuerdo", declaró el portavoz del primer ministro británico, Tony Blair. Londres sospesa retrasar la negociación hasta después de las elecciones alemanas de septiembre, con la esperanza de lograr el apoyo de la líder conservadora alemana, Angela Merkel, para recortar los fondos agrarios.

DELEGACIONES REBELDES El presidente semestral de la UE, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, reconoció en una reunión con el Parlamento Europeo que "hay delegaciones dispuestas a bloquear cualquier acuerdo". La presidencia propone un techo de gasto de 868.428 millones para el periodo 2007-2013, lo que supone un recorte en casi todas las partidas, salvo en la cohesión, respecto al presupuesto para el 2006. Gran Bretaña y Holanda exigen recortar el paquete financiero en 44.000 millones, mientras que España y otros países piden un nivel de gasto más elevado.