El hombre detenido tras el atentado cometido ayer en Berlín, en el que murieron doce personas, es un solicitante de asilo de origen paquistaní, que niega su implicación en lo ocurrido, informó hoy el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière.

El sospechoso entró en Alemania el 31 de diciembre de 2015 y el pasado febrero apareció en Berlín, donde su petición de asilo estaba aún siendo analizada, añadió el ministro, quien destacó que el proceso se ha visto complicado por dificultades idiomáticas, entre otros obstáculos para clarificar su situación.

El hombre, que no se encuentra en las bases de datos de posibles terroristas, fue detenido poco después del ataque, que, según el ministro, "no hay duda ya de que se trató de un atentado".

Un camión fue deliberadamente dirigido hacia la multitud que visitaba el mercadillo en la céntrica Breitscheiplatz en torno a las 20.00 horas (19.00 horas GMT) y se paró tras recorrer entre 60 y 80 metros entre los puestos, arrollando a los viandantes.

Informó además de que Berlín ha decidido cerrar hoy los mercadillos navideños por consideración hacia las víctimas, pero subrayó que los responsables de Interior de los 16 estados federados han decidido mantener abiertos sus mercados y celebrar los eventos programados.

"Si retrocedemos, han ganado los enemigos de la libertad", subrayó De Maizère, para pedir a sus conciudadanos que no dejen a los autores de estos ataques "destrozar" su estilo de vida, basado en la libertad y la convivencia.

Tras animar a los alemanes a luchar por esa libertad y asegurar que entiende sus temores, se mostró convencido de que cerrar los mercadillos sería "un error".

Angela Merkel

La canciller alemana, Angela Merkel, rechazó hoy vivir "paralizados por el miedo al mal" tras el ataque registrado ayer en Berlín, investigado como un atentado terrorista, y afirmó que si se confirma que fue cometido por un refugiado sería "especialmente repugnante".

Merkel realizó una comparecencia institucional en la sede de la Cancillería después de que anoche un camión irrumpiera en un mercadillo navideño de Berlín, donde murieron doce personas y alrededor de cincuenta resultaron heridas.

"Como millones de personas estoy profundamente triste, conmocionada y horrorizada", afirmó la canciller, quien recordó que aún ayer esas doce personas que murieron en el ataque "tenían planes" para estas Navidades y "ya no están entre nosotros".

Merkel calificó el ataque de "una cruel e inconcebible acción" y confirmó que se parte de la base de que se trata de un atentado terrorista, tras el que se impone no vivir con miedo y renunciando a cosas como ir a un mercadillo de Navidad.

"Sería para nosotros especialmente insoportable si se confirmara que cometió este ataque un hombre que pidió protección y asilo en Alemania. Sería especialmente repugnante", afirmó recordando a las miles de personas involucradas en la acogida de refugiados y a los miles que han llegado al país huyendo de guerras y persecuciones.

Merkel, vestida de luto, insistió en que el ataque será aclarado "hasta el último detalle" y será castigado "con toda la fuerza de nuestras leyes".

"Aunque en estos momentos parezca difícil, encontraremos la fuerza para vivir la vida que queremos en Alemania: libre, abierta y en convivencia", manifestó.

Merkel anunció asimismo que esta tarde visitará junto a las autoridades de Berlín y el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, el lugar del atentado, un mercadillo de Navidad en el corazón de lo que fue el sector occidental de la capital alemana.