Los dos marroquís procesados en Alemania por su presunta implicación en los atentados del 11-S en Nueva York y Washington, Munir el Motasadeq y Abdelghani Mzudi, serán expulsados y deportados a su país, según informaron ayer las autoridades de Hamburgo. La orden de expulsión obedece que son "particularmente peligrosos" para la seguridad de Alemania, y a que hay pruebas fundamentados de que apoyan el terrorismo internacional.

El anuncio de la deportación tuvo lugar una semana después de que el Parlamento ratificara la nueva ley de inmigración, que prevé la aceleración de los procesos de expulsión de extranjeros contra los que existan sospechas fundamentadas de complicidad o participación en actividades extremistas. La expulsión, sin embargo, no podrá hacerse efectiva hasta que termine el proceso pendiente.

Motasadeq fue el primer procesado en todo el mundo por su presunta relación con el 11-S y, en febrero del 2003, fue condenado a 15 años de cárcel por complicidad con la célula alemana de Mohamed Atta, coordinador de los atentados. El juicio contra Motasadeq empezará el 10 de agosto. Mzudi, procesado por presunta complicidad, fue absuelto en febrero.