Mientras miles de personas siguen llegando cada día a su territorio,Alemania ya trabaja en la integración de los refugiados. Centros de acogida, comida, ropa para combatir el invierno y cursos para aprender alemán. Toda esa ayuda puede suponer un gasto de hasta 50.000 millones de euros para las arcas públicas hasta el 2017. Así se ha estimado en el informe publicado este lunes por el Instituto de Economía Alemana.

¿Según ha desglosado el documento, este año el ejecutivo alemán destinará unos 17.000 millones de euros de su presupuesto para costear el alojamiento de los más de un millón de refugiados que llegaron durante el 2015. El ministro federal de Finanzas, Wolfgang Schäuble, aseguró que Berlín apartaría 12.000 millones de euros del superávit con el que el país cerró el año para gestionar la integración de los refugiados, pero esa cifra no ha tardado en quedarse corta.

Mientras tanto, el flujo migratorio no cesa. Durante el enero hasta 63.800 refugiados han entrado al país a través de Baviera. Eso significa que más de 2.000 personas han cruzado diariamente la frontera entre Austria y Alemania desde que empezó el 2016. El estudio económico tan sólo contempla a los migrantes que llegaron a Alemania durante el 2015 lo que significa que el coste crecerá y forzará al país a endeudarse. A pesar de las dificultades de salida, los expertos apuntan que a largo plazo la llegada de refugiados será beneficiosa para la economía nacional, necesitada de trabajadores jóvenes.

MENOS CONCESIONES DE ASILO

La crisis migratoria es un tema cada vez más controvertido y que genera divisiones en Alemania. Ante esta realidad y el peligro de sufrir un revés electoral a manos del creciente partido xenófoboAlternativa para Alemania (AfD) Berlín ha optado por endurecer su discurso. La ministra de Trabajo, la socialdemócrataAndrea Nahles, ha amenazado este lunes con recortar las prestaciones sociales a los refugiados que no se integren. “Los que han llegado a Alemania en busca de protección y para empezar una nueva vida deben atenerse a nuestras normas y valores”, ha apuntado.

Eso también se ha traducido en una reducción importante de las concesiones de asilo. Durante el enero el número de peticiones denegadas ha aumentado hasta los 2.500 diarios. El ejecutivo germánico aprobó la semana pasada agilizar los trámites para deportar a los refugiados que cometan crímenes. La cancilleraAngela Merkel hizo un llamamiento a la calma al sector más reacio de su partido remarcando que los refugiados de Siria e Irak“volverán a su país” cuando la guerra cese.