De forma diplomática pero significativa, el Gobierno alemán rechazó ayer, de momento, adherirse al plan de paz para Oriente Próximo que los presidentes español, José Luis Rodríguez Zapatero, y francés, Jacques Chirac, presentaron el jueves en Girona. Thomas Steg, portavoz del Ejecutivo alemán, afirmó que "los contenidos de la iniciativa coinciden con las posiciones alemanas, pero hay muchísimas propuestas de paz en Oriente Próximo y eso no quiere decir que nos tengamos que adherir a ellas".

Ni el rechazo alemán ni el no israelí parecen desanimar a franceses y españoles, cuyos ministros de Exteriores empezaron ayer su campaña para convencer al Estado hebreo. Francia dijo que el rechazo israelí no es definitivo, aunque la ministra de Exteriores hebrea, Tzipi Livni, afirma que es "inaceptable" porque ha sido coordinado con Israel. El titular de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, dijo que no hay nada en el plan que Israel "pueda rechazar".

Moratinos explicó el plan ayer al embajador de EEUU en España, Eduardo Aguirre, que se remitió a lo dicho por el departamento de Estado de EEUU: que no conocen ninguna iniciativa de la UE.