El Gobierno alemán decidió ayer prolongar hasta el 31 de agosto la recomendación de no viajar al extranjero para todos los países a excepción de los socios comunitarios -menos España-, los asociados a Schengen -menos Noruega- y el Reino Unido, para los que este aviso quedará levantado el próximo día 15. «A diferencia del caso de nuestros vecinos europeos, para el resto del mundo no tenemos todavía a día de hoy datos fiables, criterios y procesos de coordinación compartidos que permitan de nuevo un turismo ilimitado sin riegos incalculables», declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas. Agregó que Alemania no puede ni quiere asumir el riesgo de que ciudadanos alemanes queden varados nuevamente este verano, como ocurrió cuando se declaró la pandemia, en cualquier parte del mundo o importen el virus a su regreso al país. La recomendación de no viajar a España y Noruega quedará levantada tan pronto como sus respectivos gobiernos retiren, por su parte, las restricciones a la entrada de extranjeros. En el caso concreto de España, las islas Baleares permitirán ya a partir del lunes la llegada de un máximo de 10.900 turistas alemanes en lo que resta de mes en el marco de un plan piloto para reiniciar el turismo internacional.