El simple hecho de lograr una foto de los tres juntos tantos años después era de por sí un difícil reto. Pero los actos previos a la celebración del 20º aniversario de la caída del muro de Berlín han hecho posible eso y mucho más. Helmut Kohl, George Bush senior y Mijaíl Gorbachov, los padres de la unificación alemana y el fin de la Guerra Fría, volvieron a sentarse ayer a la misma mesa en un acto organizado por la fundación Konrad Adenauer en Berlín para recordar las tareas políticas a las que se enfrentaron hace dos décadas y ser homenajeados por ello.

"Estos tres hombres han sido un ejemplo para la historia de sus pueblos", dijo ayer el presidente alemán Horst Köhler en un discurso europeísta en el que alabó el valor demostrado por los tres líderes para sacar adelante una relación pacífica entre Europa, Rusia y Estados Unidos.

El momento emotivo llegó cuando los tres exmandatarios ofrecieron en el escenario sus discursos y recuerdos. Sonrisas, guiños, constantes apretones de manos. Ayer era difícil recordar la frialdad con la que un día se trataron estos hombres, en plena Guerra Fría, cuando la esperanza era un concepto a la baja.

Las alabanzas mutuas solo dejaron ocasionalmente paso a leves reproches envueltos también en sonrisas, como las palabras de Gorbachov, que sorprendió a su colegas asegurando que "EEUU también necesita su Perestroika", pidiendo "más transparencia y apertura" al país norteamericano. También tuvo palabras para los europeos, a los que recordó la necesidad de que Europa crezca contando tanto con Rusia como con EEUU.

VOZ TEMBLOROSA Menos político y mucho más emotivo fue Helmut Kohl, el más aplaudido de la jornada por jugar en casa y por la evidente dificultad que le supuso intervenir en el acto. El excanciller alemán llevaba más de un año sin comparecer en público tras el grave accidente que le dejó en silla de ruedas. Visiblemente emocionado y con la voz temblorosa, Kohl afirmó que se siente orgulloso de la reunificación. "No se me ocurre nada mejor de lo que estar orgulloso", aseguró el excanciller arrancando una ovación a los presentes en el Friedrichstadtpalast.

Al acto de ayer le seguirán otros a lo largo de esta semana para conmemorar los 20 años de la caída del muro de Berlín. Mañana estarán en Berlín el presidente francés, Nicolas Sarkozy; el ruso Dmitri Medvédev, y el primer ministro británico, Gordon Brown. Barack Obama, del que Gorbachov dijo ayer que es el símbolo de esperanza de un nuevo EEUU, no podrá asistir. Le representará su secretaria de Estado, Hillary Clinton.