La policía alemana puso en marcha una importante operación en la base aérea estadounidense de Spangdahlem, en el oeste del país, después de que el lunes por la noche esta instalación militar recibiera una amenaza de bomba, según anunciaron ayer las autoridades policiales y los militares estadounidenses.

Los responsables de la base militar, ubicada en el estado de Renania Palatinado, señalaron que habían recibido una llamada telefónica de una persona que hablaba alemán, pero con acento ruso o turco. El desconocido amenazó con atacar con bombas la base y añadió que tenía "al menos cuatro cómplices". Las fuerzas estadounidenses informaron a la policía.

MEDIDA PREVENTIVA La investigación se centra en identificar al autor de la llamada. "En ningún momento ha habido un peligro concreto para la población o para las instalaciones militares de Spangdahlem", subrayó la policía en un comunicado. El despliegue policial "fue una medida preventiva, aplicada sobre todo a causa del contexto".

El incidente se produjo la víspera del 11-S y menos de una semana después de la detención de tres presuntos terroristas islamistas que planeaban atentar contra objetivos estadounidenses en Alemania. La base de Spangdahlem constituye el cuartel general de la 52 Compañía Aérea de EEUU y en ella trabajan unas 14.000 personas.