El Parlamento Europeo acusó ayer a los gobiernos de los miembros actuales y futuros de la Unión Europea de intentar deshacer el proyecto de Constitución, elaborado durante 16 meses por los representantes de esos mismos gobiernos, de los parlamentos nacionales, de la Eurocámara y del Ejecutivo comunitario.

Los dos representantes de la Eurocámara en la Conferencia Intergubernamental que debe aprobar la Constitución, Iñigo Méndez de Vigo y Klaus Hänsch, expresaron su "alarma y preocupación" por la ofensiva gubernamental para destruir el consenso alcanzado en la Convención.

"Hay gobiernos que se están apartando del consenso de la Convención y van hacia fórmulas peores", criticó Méndez de Vigo, del Grupo Popular, tras el rechazo de un nutrido grupo de países a las reformas planteadas.

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El efecto acumulativo de las dos sesiones ministeriales de negociación celebradas es "frustrante", indicó el eurodiputado. "No hay debate, sólo repiten sus planteamientos nacionales", lamentó.

La ofensiva de los gobiernos contra el proyecto de Constitución llega hasta extremos como "intentar degradar la figura del futuro ministro de Asuntos Exteriores europeo", oponiéndose a que se le denomine ministro, denunció Méndez de Vigo.

"Los debates son fantasmagóricos, sin ningún argumento nuevo, ni una reflexión innovadora sobre lo que ya se discutió en la Convención", señaló Klaus Hänsch, del Grupo Socialista.

"Demasiados gobiernos no se tomaron la Convención en serio y los nuevos países no han comprendido que la UE ampliada a 25 miembros no puede funcionar con las mismas reglas que cuando sólo eran seis o nueve miembros", añadió Hänsch.

Los países fundadores de la UE --Francia, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo-- con el apoyo Dinamarca y Gran Bretaña respaldan el proyecto de Constitución. España centra su crítica en el nuevo sistema de votos en el Consejo de Ministros, mientras que Austria, Finlandia y los 10 nuevos miembros rechazan la reforma institucional propuesta.

Mientras, ayer se supo que el presidente francés, Jacques Chirac, ha recibido el encargo del canciller alemán, Gerhard Schröder, de representarle en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Bruselas.