América Latina no solo es el epicentro de la pandemia. El coronavirus dejará una herida perdurable más allá de los miles de muertos e infectados. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL) esboza un horizonte aciago al finalizar el presente año: el PIB caerá un 9,1%, y ese número tiene una traducción social que espanta: 45,4 millones más de pobres en una región que ya tenía a más de 185,5 millones de personas en esa situación en 2018. Esto equivale al 37.3% del total de su población.

Pero a la vez, los latinoamericanos en situación de pobreza extrema llegarán 96,2 millones se si le añaden los 28,5 millones que serán arrojados a ese universo de pauperización a partir de las condiciones emergentes de esta crisis histórica. El organismo propone la implementación de un ingreso básico de emergencia como instrumento de protección social y, además, un bono contra el hambre, entre otras medidas

El informe de la CEPAL no sorprendió a ningún analista. Tampoco la previsión de que el mapa de la desigualdad se modificará profundamente. Según el organismo, el PIB por persona también regresará a los niveles de 2010. Brasil, que ha alcanzado casi 77.000 fallecidos y más de dos millones de infectados de covid-19, México, con 324.000 casos positivos y 37.574 decesos, Perú (341.500 contagios y 12.600 óbitos), Ecuador (71.365 decesos y 5207 contagios) y Argentina (114.783 enfermos y 2112 fallecidos), serán los países más afectados por el retroceso económico.

FUERTE AUMENTO DEL PARO

Al presentar el documento, Alicia Bárcena estimó que el paro se ubicará en América Latina cerca del 13,5%, lo que representa una suba de 5,4 puntos en relación a 2019. Si se confirman las proyecciones, la cantidad de personas sin trabajo estará cerca a los 44,1 millones, 18 millones más que el año precedente.

La pandemia ha debido enfrentarse bajo circunstancias macroeconómicas muy muy desfavorables. Los problemas se repitieron desde México a Chile, pasando por Brasil, Argentina o Colombia: han caído la recaudación tributaria y los precios de los productos primarios de exportación, se ha agudizado el panorama recesivo y el Estado tuvo que aumentar el gasto público de manera considerable para evitar daños mayores en la sociedad y los sectores productivos. "Si bien los países de la región han anunciado medidas muy importantes, en la medida que se extiende el confinamiento se requieren esfuerzos adicionales para satisfacer necesidades básicas y sostener el consumo de los hogares", consigna el informe.

La CEPAL concluye su documento señalando que, más allá de los esfuerzos que cada país latinoamericano pueda desplegar en un contexto de adversidad, se requiere de una "cooperación internacional para ampliar el espacio de política a través de mayor financiamiento en condiciones favorables y alivio de la deuda (externa)". Se espera un 2021 tormentoso. En el mejor de los casos, se estima que la región se demorará al menos cuatro años en recuperar los niveles previos a la llegada del virus.