Nadie está libre de culpa en el tsunami de violencia que ha devastado a Irak desde que, hace cinco años, EEUU inició la ocupación militar del país. Según un informe de la organización Amnistía Internacional (AI), "todas las partes han cometido graves violaciones de derechos humanos, incluidos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad" que han causado la muerte de, al menos, 151.000 personas entre marzo del 2003 y finales del 2006.

Amnistía no puede ser más clara al titular el informe: Matanza y desesperación. Irak, cinco años después . Según esta oenegé, "desde la invasión liderada por EEUU que acabó con el poder de Sadam Husein, Irak se ha vuelto uno de los países más peligrosos del mundo"; un país en el que "cientos de personas mueren cada mes a causa de la violencia, mientras un número incontable de vidas están amenazadas cada día a causa de la pobreza y de los cortes de electricidad, del suministro de agua y de los alimentos y de las carencias médicas".

Amnistía avisa de que "el odio confesional ha separado a familias y vecinos que en el pasado vivían juntos en armonía". Y explica que la desintegración del Estado y el auge de los grupos islamistas ha provocado un "aumento de la violencia contra mujeres y niñas". "Las mujeres que no visten de acuerdo con el islam sufren amenazas, secuestros y asesinatos", señala el informe, que cita un estudio de la Organización Mundial de la Salud según el cual el 21% de las iraquís han sufrido agresiones.

RESPONSABILIDADES Amnistía responsabiliza a todas las partes en conflicto de este drama y empieza denunciando las atrocidades de Al Qaeda, la insurgencia suní y los escuadrones de la muerte chiís. Pero las fuerzas del Gobierno iraquí y del Ejército estadounidense también son responsables de muchas muertes. Y alerta de "los asesinatos, torturas y violaciones" perpetradas por la policía y el Ejército iraquís.