La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha denunciado, en un informe hecho público a última hora del domingo, la situación de precariedad y la "alarmante explotación" que viven los trabajadores del sector de la construcción en Catar, que en muchos casos equivale a trabajos forzosos, en medio de los esfuerzos del país por construir la infraestructura necesaria para acoger el Mundial de Fútbol del 2022.

El informe, 'El lado oscuro de la migración: El foco sobre el sector de la construcción de Catar de cara a la Copa Mundial', ha sido realizado tras dos visitas de Amnistía al país en octubre del 2012 y marzo del 2013 y a partir de entrevistas a 210 trabajadores de la construcción y a directivos de 22 empresas. En el documento, la oenegé expone, entre otras situaciones de abuso, el impago de salarios, la dureza y la peligrosidad de las condiciones de trabajo en las obras y las atroces condiciones de alojamiento.

"Es sencillamente inadmisible que en uno de los países más ricos del mundo muchos trabajadores inmigrantes sea brutalmente explotados, privado de sus salarios y abandonados mientras luchan por sobrevivir", ha señalado el secretario general de la organización, Salil Shetty, que ha afeado a las empresas constructoras y a las autoridades catarís su "lamentable desprecio por los derechos humanos básicos de los trabajadores inmigrantes".

Los enviados de Amnistía fueron testigos de cómo los inmigrantes vivían hacinados en pequeñas viviendas sin las mínimas condiciones de salubridad. También vieron cómo 11 trabajadores firmaban ante funcionarios del Gobierno documentos conforme habían recibido su salario, cuando eso no era cierto, solo para conseguir que les devolvieran sus pasaportes para poder regresar a sus países.

Tratados como "animales"

"Las empresas deben garantizar que los trabajadores migrantes empleados en proyectos de construcción vinculados a sus operaciones no sufren abusos. Deben ser proactivas y no limitarse a tomar medidas cuando se les señalan los abusos", ha sostenido Shetty". "Dar la espalda a cualquier tipo de explotación es imperdonable, sobre todo cuando dicha explotación arruina la vida y el sustento de las personas", ha dicho. Ha admitido que "es frecuente" que los inmigrantes trabajen para pymes subcontratadas por grandes multinacionales como Qatar Petroleum, Hyundai E&C y OHL Construction que, en algunos casos, no verifican si se está explotando al personal.

A través de su investigación, Amnistía ha conocido a "decenas de trabajadores de la construcción a quienes sus empleadores impedían abandonar el país durante muchos meses, con lo cual los dejaban atrapados en Catar sin posibilidad de salir". Según ha contado Shetty, el equipo de la oenegé oyó a un gerente de una empresa de construcción referirse a los trabajadores como "los animales".

Llamada al Gobierno

La organización ha reclamado al Gobierno de Catar que medie en el asunto y haga que se respeten los derechos humanos, más cuando el país estará en el punto de mira de todo el mundo por la celebración del Mundial de Fútbol. "El Gobierno tiene una oportunidad única de demostrar en la esfera internacional que está seriamente comprometido con los derechos humanos y que puede servir de modelo para el resto de la región", ha subrayado Shetty. "Muchos inmigrantes llegan a Catar llenos de esperanzas, que se ven frustradas poco después. No hay tiempo que perder: el Gobierno debe actuar ya para poner fin a estos abusos", ha remachado.

Amnistía considera que las medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno qatarí para proteger a los trabajadores inmigrantes son "inadecuadas" y les ha exigido que "hagan cumplir las salvaguardias laborales existentes, que numerosos empleadores infringen de forma habitual". Asimismo, ha solicitado que se revise el sistema de 'patrocinio', un sistema en virtud del cual los trabajadores inmigrantes no pueden abandonar el país ni cambiar de trabajo sin el permiso de sus empleadores.

Petición a la FIFA

La FIFA también ha recibido un toque de atención por parte de la oenegé, que ha pedido a la federación futbolística que "dé prioridad a la colaboración con las autoridades catarís y los organizadores del Mundial de Fútbol para prevenir los abusos". "La FIFA tiene el deber de transmitir un firme mensaje público de que no tolerará abusos contra los derechos humanos en proyectos de construcción relacionados con el Mundial de Fútbol", ha añadido.

La FIFA ya ha respondido a esta llamada afirmando que el respeto a los derechos humanos forma parte de sus actividades. En un comunicado ha destacado que la celebración del Mundial de fútbol en Catar puede ser para este países y otros de la zona "una gran oportunidad para descubrir el fútbol como una plataforma para el cambio social que incluya la mejora de los derechos laborales y de las condiciones de los trabajadores".