Las intervenciones militares en Afganistán e Irak han hecho del mundo un lugar más peligroso, según denunció ayer Amnistía Internacional (AI). El informe anual de la organización humanitaria, con sede en Londres, culpa al Gobierno de Washington y a su "guerra contra el terrorismo" de ser una excusa para recortar los derechos humanos y menospreciar las normas del derecho internacional.

"En ningún momento, desde que acabó la guerra fría, han estado los seres humanos más inseguros en todo el mundo", afirmó la secretaria general de Amnistía, Irene Khan, durante la presentación del documento, y acusó a George Bush de haber adoptado, tras los atentados del 11-S, "una nueva doctrina de derechos humanos a la carta".