Amnistía Internacional (AI) pidió hoy a las autoridades iraníes que no ejecuten "por ningún método" a Sakineh Mohammadi Ashtiani, encontrada culpable de adulterio, después de que el Gobierno de Irán le haya revocado en principio la condena a muerte por lapidación. Ante la repercusión internacional del caso, la embajada iraní en Londres anunció el jueves en un comunicado que Ashtiani, de 43 años, no iba a ser finalmente lapidada, castigo al que se la sentenció por haber tenido, supuestamente, una relación extramatrimonial.

En un comunicado, AI señala que, aunque se le haya retirado la condena por lapidación, que fue ratificada por la Corte Suprema de Irán en mayo del 2007, todavía es posible que la víctima, que se declara inocente, sea ahorcada. "Uno mero cambio de método de ejecución no abordará la injusticia que afronta Ashtiani", afirma la subdirectora de AI para Oriente Medio y Norte de África, Hassiba Hadj Sahraoui. "El comunicado de las autoridades iraníes no especifica qué autoridades judiciales han sido consultadas. Hasta que ella y su abogado no reciban una notificación oficial, puede ser ejecutada en cualquier momento, incluso por lapidación", añade la portavoz.

Ashtiani fue condenada en mayo del 2006 por tener "relaciones ilícitas" con dos hombres, por lo que recibió una pena de 99 latigazos. Tras ese suceso, la volvieron a culpar de adulterio y fue condenada a muerte por lapidación. Amnistía asegura que su juicio fue injusto y critica que las peticiones de la mujer a la Comisión de clemencia y amnistía le hayan sido denegadas. AI reclama a las autoridades iraníes que aclaren el estatus legal de Ashtiani y que emprendan una revisión inmediata de su caso, así como de todos los otros casos en los que haya una sentencia por lapidación.

Además, la organización subraya que "castigar, e incluso ejecutar, a personas por ser parte de relaciones sexuales consensuadas no es asunto del Estado". "Cualquier persona tratada de esta manera es un prisionero de conciencia", sentencia Sahraoui. La portavoz de AI recalca que "cualquier forma de muerte por el Estado es inaceptable e inhumana" e Irán "debe dar ahora garantías de que no matará de ninguna manera a Sakineh, ni al resto de prisioneros en el corredor de la muerte".

Amnistía también pide a Irán que confirme que la pena de lapidación será eliminada del nuevo código penal que prepara el país, como aseguraba la nota difundida por la embajada iraní en Londres. Gobiernos y grupos de derechos humanos de todo el mundo, así como personalidades del mundo del espectáculo, han reclamado clemencia para Ashtiani. Uno de los hijos de Ashtiani, Sajad Ghadarzade, de 22 años, envió una carta a las organizaciones de derechos humanos en la que negaba las acusaciones de adulterio contra su madre y se quejaba de que las máximas autoridades del país hubiesen rechazado sus peticiones de clemencia.