El plan de reconciliación propuesto ayer por el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, insta a las fuerzas políticas a la adopción de un discurso moderado, así como al diálogo con quienes no comparten la misma posición política.

Las fuerzas gubernamentales tienen que adoptar una posición clara contra el terrorismo, y se informará al Gobierno de los países que apoyan el terrorismo. La amnistía se limitará a los detenidos que no hayan cometido asesinatos ni hayan participado en actos terroristas.