Los suizos han votado a favor de mantener la libre circulación de personas con la Unión Europea (UE), en una jornada de referendos en la que también aprobaron dos semanas de permiso de paternidad para los hombres, la compra de aviones para su Fuerza Aérea y que los lobos sigan protegidos frente a los cazadores.

En una jornada donde la participación rozó el 60%, muy por encima de la media de anteriores plebiscitos, los suizos rechazaron por un 61,71 % de votos la propuesta conservadora de acabar en 2021 con el acuerdo de libre circulación firmado por Berna y Bruselas en 1999, en vigor desde 2002.

La Unión Democrática del Centro (UDC) -formación más votada en las elecciones parlamentarias de 2019, pero con sólo un 25% de los escaños del Legislativo- proponía terminar con ese pacto por considerar que ha perjudicado a los trabajadores nacionales de más edad en favor de inmigrantes jóvenes procedentes de la UE.

La mayoría en contra

La mayoría del arco parlamentario suizo, incluidos los socialistas, pedía votar en contra de esta propuesta en el referéndum y advertía de que el acuerdo de 1999 estaba vinculado a otros con la UE en materia agrícola, comercial, científica, de transportes y aviación civil, por lo que podría ponerse en peligro la relación con un mercado al que Suiza dirige la mitad de sus exportaciones.

Aunque la mayoría del país votó por mantener la libre circulación, incluidas zonas con amplia presencia de trabajadores de la UE como Basilea o Ginebra, la opción contraria venció en algunas áreas rurales de lengua germana y en el cantón italohablante del Tesino, tradicionalmente euroescéptico.

Von der Leyen lo celebra

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha celebrado la noticia. "Doy la bienvenida a este resultado. Veo esto como una señal positiva para continuar consolidando y profundizando nuestra relación", declaró la jefa del Ejecutivo comunitario en un comunicado tras conocerse que la mayoría de los suizos han rechazado la propuesta de los conservadores de acabar en 2021 con el acuerdo que en este sentido firmaron Berna y Bruselas en 1999.

Este resultado, según Von der Leyen, "valida uno de los pilares centrales de nuestra relación: la libertad mutua para moverse, vivir y para trabajar en Suiza y en la Unión Europea".