El secretario general de la ONU, Kofi Annan, instó ayer al Gobierno de Sudán a que someta a los paramilitares janjawid (árabes progubernamentales) para que dejen de matar a la población negra de la región de Darfur. "Las autoridades tienen la responsabilidad de garantizar la ley, el orden y la seguridad de los habitantes", enfatizó Annan.

El territorio de Darfur está situado en el oeste de Sudán y se encuentra en una dramática situación calificada por algunos observadores de la ONU como la más grave del mundo desde el punto de vista humanitario. Otros observadores consideran que si las agresiones de los janjawid contra los granjeros negros del Darfur no cesan, la situación desembocará en una matanza como la de Ruanda

Annan pudo escuchar de viva voz las penalidades de los protagonistas de estos abusos en el campo de refugiados de Zam Zam. Annan prometió a los refugiados que no serán obligados a regresar a sus casas mientras no haya garantías de seguridad.

Bajo la presión tutelar de Annan, hoy se reanudan en Chad las conversaciones entre el Gobierno de Jartum y los dos grupos rebeldes.