Miles de personas se manifestaron en Brasil y otros países a favor y en contra de la libertad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción y lavado de dinero desde hace un año. Las marchas y manifestaciones a favor de Lula estaban programadas en más de 40 ciudades del país, entre ellas Sao Paulo, Río de Janeiro, Porto Alegre y la capital, Brasilia, así como en Curitiba, la urbe donde está recluido.

El apoyo internacional también estuvo en París, Viena, Lisboa, Londres, Berlín y Buenos Aires, donde decenas de personas participaron en protestas que fueron difundidas por las redes sociales. Las actividades, que comenzaron el viernes y se extenderán hasta el próximo miércoles en apoyo al exjefe de Estado brasileño, también tienen previstos actos en Nueva York, Copenhague, Madrid, Barcelona, Montevideo, Ciudad de México, Munich, Fránckfort, Roma y Amstedam.

Lula, de 73 años, y quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, fue encarcelado el 7 de abril del año pasado por el juez Sergio Moro, actual ministro de Justicia y Seguridad Pública del Gobierno de Jair Bolsonaro y quien entonces lideraba los procesos de Lava Jato, la operación que destapó el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil.

SOSTIENE SU INOCENCIA

El exmandatario fue acusado de recibir de la constructora OAS a manera de soborno, un apartamento a cambio de beneficios contractuales con la estatal petrolera Petrobras. Tras 365 días de prisión, Lula insiste en que es inocente, y así lo reiteró en un artículo publicado por Folha de Sao Paulo, uno de los principales diarios del país.

"Hace un año que estoy preso injustamente, acusado y condenado por un crimen que nunca existió. Cada día que pasé aquí hizo aumentar mi indignación, pero mantengo la fe en un juicio justo en que la verdad va a prevalecer. Puedo dormir con la conciencia tranquila de mi inocencia", escribió Lula.

En el artículo, el exjefe de Estado señaló al presidente Bolsonaro como el principal beneficiado de la "persecución política" que han llevado a cabo los movimientos de derecha contra él. Los hechos que llevaron a recluir al expresidente más querido de los brasileños han sido criticados con dureza por movimientos políticos y organizaciones sociales en Brasil y otros países.

MANIFESTACIONES A FAVOR

En Brasil, la jornada liderada por el Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, concentró la mayor cantidad de seguidores en Curitiba, que desde tempranas horas del día se situaron frente a la sede de la Policía Federal donde el exgobernante está recluido en una celda adaptada especialmente para él. Los alrededores del lugar se vistieron de rojo, el color que identifica al PT, y gigantescas pancartas con las frases "Un año de injusticia" y "Lula libre" predominaron en la manifestación que se extendió durante todo el día.

En otras regiones del país también se replicaron las protestas a favor de Lula, pero, en contra de lo esperado, la mayor presencia no se concentró en las principales urbes sino en ciudades del norte y nordeste de Brasil, como Belém, Caetés, su ciudad natal en Pernamumbo, o en Salvador, donde existe un gran apoyo por el exmandatario.

En Río de Janeiro las manifestaciones programadas para la tarde del domingo estuvieron animadas pero no contaron con la participación esperada en la icónica playa de Copacabana. Mayor afluencia se vio en Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, donde los manifestantes se reunieron en la Paulista, la avenida más representativa de esa urbe.

MANIFESTACIONES EN CONTRA

Sin embargo, en esas ciudades, así como en Brasilia, la capital del país, y en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais (sureste), también predominaron las protestas de quienes prefieren ver tras las rejas al exmandatario por considerar que incentivan la cárcel para los corruptos. Esas manifestaciones, que vistieron las calles de verde y amarillo, los colores de la bandera de Brasil enarbolados por Bolsonaro, fueron lideradas por el movimiento "Ve a la calle", que incentiva la cárcel para los corruptos.

"No es la izquierda contra la derecha, no son los ricos contra los pobres, es la nación contra la corrupción", "Yo apoyo la Lava Jato y la prisión en segunda instancia", decían algunas de las frases exhibidas en pancartas por los manifestantes. Lula, que suma 25 años de condena por corrupción y lavado de dinero por dos procesos, tiene seis causas penales más abiertas en la justicia, todas ellas relacionadas con presuntas corruptelas.